lunes, 11 de enero de 2010

¿Seguro que no nos conocemos de algo...?

Era un día de noviembre, no recuerdo cuál. La mañana estaba fresca, lo típico de aquí. Llevaba ya una hora esperando para entrar a mi cita. No me llamaban. Salió una pareja, parecían contentos, reían con nerviosismo:

'Hala, un niño!! ¿Ves? Ya me temía yo que iba a ser un niño', decía ella sonriendo.

'Bueno, mujer, qué mas da, no? el caso es que esté sanito...', le replicaba él, con tono de saber que su pareja había guardado la esperanza de que fuera una niña hasta el final.

'Pues claro que sí! pero jo, es que yo no he cuidado nunca un pichita, yo sólo se cuidar chochetes. ¿Qué voy a hacer yo con un pichita??', respondió ella, haciendo pucheros en broma.

'Verás cuando se enteren, vamos a llamarles'. Supongo que hablarían de los abuelos, estaban emocionados. Seguían esperando a la puerta de la consulta, esperando la ecografía y los resultados para llevarle al ginecólogo. La veía acariciarse la barriga, sonriendo en silencio, pensando seguramente en su 'pichita'. Me recordó viejos tiempos, y no pude por menos que acercarme a hablar con ella.

'¿Qué tal? Así que, es un niño, no? enhorabuena'. 'Gracias', me dijo, 'sí, es un niño'. 'Parece que tenías ganas de que fuera una niña, no?' 'Sí, bueno, la tontería, ya sabes... pero siempre he sabido que era un niño', me dijo riéndose. 'Es MI chico'.

Le conté que yo también tenía un niño, y estaba esperando el segundo, yo también iba 'a descubrir' si era niño o niña esta vez. Y tras darme la enhorabuena ella también, ella me preguntó que cómo había ido la primera vez.

'Bueno, ... bien', le dije. Con un tono de esos de voyadecirbienporqueparaquédecirotracosa y una sonrisa ladeada, que delataban la ambivalencia de mi respuesta. Lo que provocó que, claro, ella me preguntara '¿Y eso?'.

'Noooo, vaya...bien! buf, estamos como locos, es un niño genial, entiéndeme. Es sólo que era el primero, y ya sabes, con los primeros...'. Caí en que no sabía si era también 'su primero' o no. Por allí no veía ningún niño, pero era un hospital, claro.

'Sí, eso me temo yo', me dijo, confirmando mis sospechas.' Me parece que no sé muy bien lo que me espera. Todo el mundo tiene miedo al parto, pero a mi me asusta más lo que vendrá después. Qué habrías cambiado tú?'.

Me sorprendió la pregunta. Nadie me la había hecho hasta entonces, y me la estaba formulando una completa desconocida. Quizá por ese 'anonimato', me atreví a contestarle.

'Pues... muchas cosas... Para empezar, me habría preocupado menos por muchas tonterías, y más de lo verdaderamente importante. Como es el primero, y lo deseas tanto, te nubla un poco la razón, y todo lo que tienes en la cabeza es que si esta cuna, que si este  modelo de carro, que a ver si tiene todo el ajuar que necesita... me tendría que haber preocupado más de procurarme el mejor parto/nacimiento posible... haberme preparado conscientemente de la importancia de esa tarea, ayudar a mi hijo a venir a este mundo de la forma más amable posible. Tendría que haber investigado más sobre la lactancia materna. Tuve en mis manos 'Un regalo para toda la vida', y pensé, que bueno, ya habría tiempo de leerlo cuando naciera mi hijo, si me hacía falta. Ignorando que lo que hacía verdadera falta es que lo leyera antes de que naciera (eso, y muchas cosas más). Porque una vez que nace tu hijo, tu mundo da un vuelco y es nulo el tiempo que vas a tener para leer. Así, cuando me preguntaban que si daría el pecho, contestaba, inocente e ignorantemente 'sí, claro, SI PUEDO...'. Pensé que, bueno, como era el primero, pues podía probar a hacer las cosas como las hace la mayoría de la gente, no? no cuentan cosas tan malas... sin contar con que, la mayoría de la gente, no cuenta casi nada, y de lo poco que cuenta no te suele contar la verdad (Dios sabe por qué...no pregunto, afirmo). Sabía que existían otras alternativas, gente que hacía las cosas de otra manera... pero no me atreví. Pagué cara mi ingenuidad.'

'Y cuando la lactancia fracasó, practicamente desde el principio -una cosa va con la siguiente-, no pedí ayuda a nadie. O peor, la pedí donde no sabían dármela, y no recurrí a donde debía. Sabía de un par de grupos de lactancia, pero se reunían cada quince dias o así, y yo me preguntaba a mí misma que si tenía problemas en un día distinto, qué iba a hacer, quién iba a querer ayudarme... sin caer en la cuenta de que detrás de aquellos teléfonos de contacto probablemente había varias madres amigas dispuestas a ayudarme donde fuera, y cuando fuera. Juzgué sin conocer, y salí perdiendo. Ojalá que no sea tu caso, y todo vaya rodado, pero si desgraciadamente fuera así, no seas boba, pide ayuda, que el que ofrece su ayuda está ahí para eso.'

'Además, ahora ya no permitiré que cualquier 'expertill@' u opinólogo me diga lo que tengo que hacer o dejar de hacer con mis hijos... lo que pasa es que con el primero es muy difícil hacer oídos sordos porque verdaderamente parece que todo el mundo sabe más que tú. Lo cual no suele ser cierto, y aunque lo fuera, ellos no conocen a tu hijo, y TÚ sí. Y cuando me viera sobrepasada por las circunstancias, pediría ayuda. Lo malo es que esto sí que es objetivo: o la tienes, o no la tienes. En este mundo en el que vivimos, no hay mucha gente dispuesta a ayudar, y la que lo está, muy a menudo no tiene tiempo o no vive cerca de ti. Hoy sé que merece la pena incluso pagarla.'

Me estaba escuchando muy atenta, con los ojos muy abiertos. Caí en la cuenta 'Ay, perdona hija, seguro que te he agobiado contándote todo esto... no me he dado cuenta. Lo siento'.

No. Qué va. Ojalá te hubiera encontrado antes, en aquel pasillo. Ojalá me hubieras contado todo esto. Quizá no hubiera cambiado nada, quizá hubiera vuelto a tropezar en la misma piedra. Pero eso ya no lo sabremos. Estoy segura de que yo te conozco de algo...

6 comentarios:

  1. Me he quedado sin palabras...
    Qué preciosa forma de escribir... de transmitir... esto me lo tengo que leer yo otra vez... y lo que yo quisiera, de verdad, es que se lo leyeran tantas "barriguitas", que lo mismo servía para ahorrar algún disgusto.Gracias Caro.
    Y... me apunto lo de los "opinólogos" ¡qué bueno!

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  2. Ale,
    si tu y yo nos tomamos de las manos, podemos formar un pequeño círculo, verdad? y de nuestras experiencias podemos aprender la una de la otra.
    Si se suman Patri, Alicia, MªJosé, Encarna, Elena, Raquel, Ana Isabel, Ana, Susana, Ruth...Elena, Ileana, Miriam, Merche, Dara, Begoña... el círculo se va haciendo cada vez más grande. Cada una de nuestras palabras es como una piedrita en el agua, y nos llegan las ondas de unas a otras, y a otras...
    Esa es mi ilusión, que lleguemos a cuantas más mejor :)

    Y lo de los opinólogos, no es mío :)))) pero ya no recuerdo quién me lo dijo!

    Un beso!

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  3. Me ha encantado tu post. Ojalá te haya escuchado esa mamá.

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  4. Gracias, mamareciente :) creo que sí me ha escuchado, sí... :)

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  5. Hola Caro, te pego el comentario que he puesto en Leche Mágica, besinex:
    A raíz de un post de la mamá de Mateo en su blog, por cierto: Que bonito relato Caro!!, a ver si te pongo algún comentario que siempre voy con prisas... he recordado cuando hace casi cuatro años, y totalmente inmersa en la crianza de mi primera tetadicta, Jose Alberto, nuestro pediatra me habló de un grupo de lactancia y de que estaban bajo mínimos y les vendría bien que fuesen mamás nuevas con ganas de ayudar, recuerdo el primer día que fui (era en el Miraltormes) y la sensación antes de llegar de "que pinto yo ahí, si no tengo tiempo para nada, si ya estoy metida en un millón de historias, si yo no he tenido problemas importantes de lactancia, si yo tengo claro que mi niña tomará teta hasta la universidad si quiere, si esta tarde yo estaría mejor tomando el sol en el parque...", al llegar conocí a Miguel Ángel, a Encarna, a Nines, a Usi..., gente maja que más que para resolver sus problemas estaban allí para compartir información y ayudar, además tenían una manera de entender el "ser mamá" más parecida a la mía que la de casi nadie de mi entorno "habitual". Dos reuniones después vino una mamá a la que yo había hablado del grupo en el foro de crianza natural, se llamaba Patricia y venía con un grandullón que con nueve meses ya era más grande que Elisa con año y medio, y como Salamanca es un pueblo resulta que conocía bien a Usi. Nos cambiaron de local y vino una especie de travesía del desierto, durante meses cada vez venían menos mamás (y en parte, menos mal, porque en aquel sitio no cabíamos más de cinco...), compartí con ellas (y con Miguel Ángel, of course), mi embarazo (y casi el parto) de Julia. A pesar de las ganas, no conseguimos organizar más que una charla para las jornadas de lactancia del 2008, si no éramos "oficialmente" una asociación nadie nos ayudaba a nada... Patricia empezó con el papeleo y la búsqueda de información, quitándose tiempo de sueño, avanzábamos en los trámites, aunque despacito. Ya teníamos con nosotras a Alicia, perdimos temporalmente a Usi (que va a volver, seguro...), tuvimos que elegir un nombre para nuestra asociación, una “junta directiva” y… POR FIN nos registramos…,vinieron más amigas, (Susana, Ruth, Ale, Ana Isabel…, ay que no quiero olvidar a nadie…), pasamos un verano genial tiradas en el césped de los jesuitas, se hizo la Web y entre todas organizamos las jornadas del 2009 y nos dieron un local y vinieron más amigas y la merienda de Navidad y…. ayer hacía un viento asqueroso, llovía a cantaros, yo esperaba el autobús con Elisa, su mochila con la merienda y los juguetes en una mano, el paraguas y la mopa de Patricia en la otra, por un momento, pasó por mi cabeza, de manera fugaz, una imagen de mi misma tirada en el sofá de mi casita viendo llover por la ventana, pero no duró ni una décima de segundo, a pesar de la lluvia y el frío del camino, es mejor compartir charla con las amigas, y conocer mamás nuevas de las que aprender mil cosas que acabarán beneficiando a mis hijas y verme reflejada en dudas y situaciones, escuchar y contar experiencias que hacen que te cuestiones a ti misma, a veces alguien dice que algo que dijiste le vino bien con su bebé, otras ves como una misma situación puede resolverse de muchas maneras, todas igual de válidas…, a todas nos preocupa lo mismo, que nuestros bebés/niñ@s sean felices, todas buscamos lo mismo escuchar y ser escuchadas, a veces, necesitamos un consejo, pero siempre desde la complicidad y el respeto, sin reproches y sin que nadie cuestione la manera que hemos elegido de criar a nuestros hijos.

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  6. Gracias, Maria Jose!!! :)

    Es muy importante, quería que lo trajeses aquí, para que más mamis y futuras mamis que nos lean lo tengan en cuenta. Que si tienen problemas y dudan, les da cosa pedir ayuda, QUE NO DUDEN Y LA PIDAN! :)

    Además... acabo de darme cuenta (y aunque es obvio), que hay dos motivos por los que uno se acerca a un grupo de apoyo: para buscar ayuda, o para ofrecerla :) a menudo, y lo esperable,es que el que primero busca ayuda, luego se quede a ayudar a otros también... independientemente de la edad de nuestros hijos, y en temas que, como tu expones, incluyen la lactancia pero van mucho más allá, como la crianza y la educación.

    Gracias otra vez a TODAS por estar ahí :)

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