jueves, 6 de mayo de 2010

Día Internacional de las Matronas

Ayer, 5 de mayo, era el día internacional de las matronas, vengo con un poco de retraso.

midwife

Nunca he sabido si hay alguna diferencia entre los diferentes términos: matrona, comadrona, partera… Sí las implicaciones, porque partera suena a la mujer que realizaba el mismo oficio, pero hace muchos años y sin titulación académica. En Matronas en el tiempo he encontrado una clave: “El nombre Matrona y sus variantes partera y comadrona, se registran en la biblia y en cada continente para definir a la mujer sabia, con habilidades específicas para atender a la madre y su criatura durante la gestación, el parto y el cuidado posparto. Se le asignan muchos atributos.” De hecho, en francés, se dice sage-femme (mujer sabia)

El oficio de la matrona me apasiona. En primer lugar, porque es una profesión dedicada enteramente al cuidado de la mujer. Y el de las matronas que asisten partos, aún más. Ser testigos de la llegada de nuevos seres a este mundo, sin ser la madre, me parece un privilegio. Seguro que tienen que pasar momentos tensos y difíciles cuando las cosas se complican, todos los oficios tienen sus momentos buenos y malos. Pero los buenos, deben ser tan buenos… :) las admiro, las envidio, y siempre he pensado que yo no sería capaz de aguantar vivir un momento tan intenso acompañando a alguien, aunque en el fondo de mi ser me gustaría mucho. Un inciso: da un poco de miedo estar justo en la hora de nacer alguien, como a la hora de morirse, pero pensándolo bien… son los dos momentos  cruciales de la vida de una persona. Lo mismo que en una gran fiesta, nos gusta ser bien recibidos, y nos gusta que nos despidan igual. Que te reciban con un abrazo cálido e inacabable es lo más, y que te dejen marchar igual sería algo a lo que todos deberíamos tener derecho. Sé que ya empiezo a divagar, que qué tendrán que ver las churras con las merinas, nacer con morir… pues no sé, pero en mi retorcido cerebro me dice que todo está conectado, y todo es parte de la misma línea que se acaba juntando. Yo creo que hay que estar hechos de una pasta especial para poder acompañar en los ‘tránsitos’. Hay que sentir amor, empatía, tener delicadeza, saber escuchar, saber confortar… volviendo al  nacimiento, estas deberían ser cualidades indispensables en cualquier persona que asiste a un parto. La que te replica impertinentemente que “seguro que no chillabas así cuando te lo estaban haciendo”, claramente, no es digna de estar en semejante posición.

Antes de leer a Consuelo, tenía la sensación de que el oficio de matrona había cambiado mucho con los años, pero no sabía exactamente cómo. Pasó de ser una profesión autónoma, con su propia titulación, a ser una especialidad de enfermería (por favor, si me lee alguien que conozca bien el tema y vea que estoy en un error, que me corrija en lo que sea). Pasó de atender partos en casa y maternidades, a atenderlos en hospitales. Pasó de ser autónoma y saber hacerse cargo de un parto normal, y derivarlo cuando no lo era, a seguir fielmente instrucciones y protocolos hospitalarios de un equipo de ginecología, sin salirse de la raya (o arriesgarse a comerse un buen marrón). Afeitan vulvas, ponen geles,  enemas, vías, cambian goteros… abrochan correas, observan monitores, cortan vaginas… y ahora cada vez menos, gracias a Dios, pero se llevaban los bebés a los nidos, alejándolos de las madres, en las horas siguientes al nacimiento los llevaban a ‘lámparas de calor’ (qué calor puede ser mejor que el del pecho materno????), hacían dobles pesadas (¿¿??) …. estoy segura de que no lo hacen por joderte: es lo que tienen que hacer. Pero en muchos casos, te joden. Con el tiempo, poco antes de ser madre y después, he aprendido que ‘ese’ no era el trabajo de una comadrona. No lo ha sido nunca hasta que las comadronas han atendido partos en hospitales. Y creo que muchas de ellas saben que esos protocolos no son correctos, porque evitan que en sus partos se les hagan en la medida de lo posible (y ellas sí que saben discernir cuál es la medida de lo posible). Mi siguiente pregunta es: por qué no hacemos algo por evitárnoslo a todas las demás? y me llena de esperanza el saber que crece cada día el movimiento de muchas (y muchos, no olvidemos a los matrones) porque el parto sea lo que tiene que ser.

Recuerdo las palabras de mi matrona del centro de salud, acerca de que ser matrona de paritorio era una actividad muy poco agradecida, porque sólo se te recuerda si lo haces mal, y si todo sale bien, chau ni me acuerdo. Mi parto pudo ser muchísimo mejor, pero nunca me olvidaré de María :) creo que hizo lo que pudo, dentro de las limitaciones del entorno, y la recuerdo con cariño. No le dió tiempo a acompañarme hasta el nacimiento de Mateo, pero cuando volvió a entrar de servicio, vino a vernos a la habitación. Fíjate, María, me acuerdo de ese momento aquella mañana de domingo y se me llenan los ojos de lágrimas de la emoción. Mi marido tampoco te ha olvidado, hace unas semanas que nos cruzamos por la calle, yo iba ensimismada (como de costumbre) y no me di cuenta, pero él sí. Para que no se diga que uno no se acuerda de quien le ayuda en los momentos clave :)

Quiero pedir que se os respete. Que vuestro trabajo sea equiparado al de cualquier médico. Que no se os considere por debajo de ellos. Que recuperéis la ilusión por uno de los oficios sin duda más bellos del mundo. Que trabajemos juntos para que la experiencia de parir y de nacer sea todo lo digna y bonita que debe de ser. Muchas mujeres (y hombres) queremos hacerlo, y sin vosotr@s, no podemos :)

Caseload

Imágenes:

http://www.historyforkids.org/learn/people/midwife.htm

http://sacollegeofmidwives.blogspot.com/2008/08/what-is-midwife.html

4 comentarios:

  1. Yo no me acuerdo del nombre de mi comadrona...pero sí me acuerdo de cómo me acercaba un paño húmedo a los labios cuando memoría de sed y no podía beber.

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  2. Yo también tuve suerte con la matrona que me tocó, me cuidó muchísimo durante el parto, y eso que el médico no se lo puso fácil con el desgarro que me hizo el canalla. Me acompañó desde que ingresé en urgencias y al día siguiente vino a verme a la habitación. Fue un sol, esa es la verdad.
    Yo también admiro a estas profesionales.
    Pero por encima de todo admiro a la mujer que me enseñó, que me abrió las puertas del mundo de la lactancia, de la crianza, mi primera matrona, Mª Jesús, ella me preparó para mi parto, me borró cualquier miedo y me hizo ver que lo hermoso de ser mujer. Por todo eso solo puedo darte las GRACIAS.

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  4. Hola soy estudiante de obstetricia (matrona) y doy las gracias por el artículo :D para que se puedan acordar de lo bueno y que las futuras colegas también puedan seguir tratado con amor.
    Decir eso sí que en Chile es una carrera aparte, no es enfermería, sino que es obstetricia y puericultura.
    Muchas gracias :D

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