Hace muy pocos días, hemos hecho un añito. Mateo como persona, y yo, como madre :)
Un día, hace ya algunos años, caí en un cumpleaños mío que era muy importante felicitar a mi madre el día de mi cumpleaños. En mi caso, ella también había sido madre por primera vez. Pero no sólo porque se estrenara como madre, sino una sincera felicitación por el trabajazo de aquel día :) :) :) cuando a uno su madre lo felicita por su cumpleaños, habría que tener siempre la deferencia de felicitarla a ella (joer, qué reivindicona soy, es verdad, este post no es para Reivindicaciones, pero al final…).
El día que tuve a mi hijo entre mis brazos supe por fin que, como muchas mujeres me habían dicho antes, ese era el día más feliz de mi vida. Espero tener algún día más como aquel, la verdad. Cuando conozca a mi(s) siguiente(s)… ya no será sólo uno ‘el día más feliz de mi vida’ :)
De aquel día guardo muchos recuerdos que he desempolvado en este aniversario, unos más gratos que otros… pero guardo en una cajita especial uno del que no hay fotos, ni videos… las dos horas que estuvimos solitos en la sala de recuperación después de que nació. Venga a mirarnos el uno al otro, él con los ojos abiertos de par en par, tal como nació. Yo hablándole y hablándole, no sé que rollos le estaba contado. Y él, ya a la tetita, me miraba muy fijo, y entre rollo y rollo no podía parar de besarlo. Enamorándonos :) …
Ojalá pudiésemos tener una cajita fuerte de recuerdos, que no se borraran ni con el tiempo ni con la enfermedad… la sola idea de que algún día pueda perderlos hace que se me llenen los ojos de lágrimas. Como ahora… Pero me las enjuago y sonrío ante toda la gracia y la bendición que recibí y sigo recibiendo desde entonces. Cuánto se ha enriquecido mi vida, sin recibir dinero alguno :)
El 3 de abril del 2009 fue el día que mi vida cambió ya para siempre :) hay una Carolina antes y otra después de esa fecha. Qué vértigo cuando sabes que estás a punto de dar ese salto. Qué gozo zambullirse en estas aguas procelosas, qué gusto dejarse llevar a lugares en los que jamás uno antes imaginó estar, los descubrimientos hacia adentro y hacia afuera. Hay saltos acojonantes, lugares sombríos y tristes y claros de luz diáfana y templada. Es ‘el Viaje’ :)
El mío, pero también el suyo. Recuerdo a Khalil Gibran, y sé que yo viajo como arco, y él, como flecha. El Arquero nos lleva juntos, pero nuestros destinos son diferentes. Como aún no sabía soplar la velita, nosotros le ayudamos a hacerlo, y mi deseo: que cumpla muchísimos más, y que todos sean felices…
Muchísimas felicidades a los dos, son unas palabras preciosas, ¡qué lindo que tus lágrimas sean dulces por motivos como este! Comparto todo lo que dices, yo recuerdo dos días así, duros, complicados, completamente distintos al resto de mi vida y llenos de magia. Lo dicho: ¡¡¡felicidades al niño que te hizo mamá y a tí por saber serlo!!!!
ResponderEliminarPreciosas palabras de un gran recuerdo.
ResponderEliminarqué bonitos son esos momentos en que acaban de nacer y s ete cae la baba mirándoles y no te cansas (a mi esto todavía no se me ha pasado)
ResponderEliminarenhorabuena!!
No se puede expresar mejor! Cómo me identifico... Felicidades.
ResponderEliminarFelicidades Caro. Jo, qué bien lo escribes todo! Bss.
ResponderEliminarMuchisísimas gracias a todas, y un super beso para cada una :* :* :* :* :*
ResponderEliminarYa se que a veces parece que me fui a vivir a Babia... pero no, estoy por aquí... aunque no se como puedo hacerlo tan mal para perderme entradas tuyas... con lo que a mí me gustas :DD
ResponderEliminarYo digo igual... esas dos horas, sin cámaras ni testigos, mágicas... me las robaron de Julia y a veces pienso que fue "negligencia" mía... cuantas cosas, mirando atrás, se cambiarían ¿verdad?
¿Qué tal la reunión ayer?
A ver si hablamos un ratillo... últimamente voy de craneo... en serio me pasa cada cosa...
(qué loca, no era un email... era este comentario, que me llegan todos al correo...esto de ir de cráneo debe ser contagioso :)))
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