Voy a escribir este post, a sabiendas de que después del de la hiperemesis, corro el riesgo de que quien lo lea piense que soy un sucedáneo cutre de Saber Vivir (pero menos cutre que el Más Vivir de Intereconomía jajajjaa lo siento, es una broma ‘interna’…).
Pero lo voy a escribir, primero, por desahogo. Y segundo, muy relacionado con el desahogo, por la esperanza terapéutica. Y cómo no, también con la intención de ayudar, si es que alguien más se encuentra/ha encontrado/encontrara en la misma situación.
Hace unos días, me desperté por la noche con un horrible picor en los dedos de los pies. Era una comezón horrorosa. Me rascaba un pie con otro y no hacía sino ponerme peor. Un mosquito no podía ser, porque me picaba por todos lados en todos los dedos. Intenté serenarme y seguir durmiendo, pero al final no pude más, y me levanté a ver qué era aquello. Tenía todos los dedos de los pies, desde un poco más arriba del nacimiento de los dedos, y especialmente por los lados, llenos de granitos minúsculos, y la piel roja e hinchada (por el rascado, imagino). Me sonaban, porque desde hace unos meses había sufrido esos ‘granitos’ en la mano derecha, pero sólo entre el dedo índice y corazón. Como los de los pies, me picaba y me dolía, pero con mi habitual pereza a visitar consultas médicas (por chorradas), lo dejé pasar. Iban y venían, cada cierto tiempo. Pero esto de los pies me acojonó, porque me dolía tanto que casi no podía caminar. Así que cuando me levanté, fui al médico.
Le comento los síntomas, cuándo, cómo apareció… y me dice que tiene pinta de ser dishidrosis. Y le pregunto que eso qué es, y me dice que es un trastorno por una alteración en el sudor. ¿Una alteración en el sudor? Pero … ¿a causa de qué? Le digo que yo no he cambiado nada en los últimos meses, ni en cuanto a dieta, ni medicamentos, ni nada. Y me dice que es que ‘no se sabe la etiología concretamente’. Que a veces lo provocan algunas sustancias, como los jabones, las cremas, los tintes de la ropa… y yo me quedo pensando… ya, pero es que yo utilizo el mismo jabón, sigo sin utilizar ninguna crema, y la ropa es la de siempre… pero pillo la indirecta de ‘etiología incierta’, y no pregunto más. Me receta una pomada con corticoides, y me dice que me la de hasta que cese el picor una vez cada 24 horas. Cosa que he hecho. El picor ha durado más o menos 3 días, y decidí que con eso ya estaba bien de corticoides.
Como lo de ‘etiología incierta’ no me deja muy satisfecha, recurro a la fuente de todos los pacientes insatisfechos: internet. A pesar de lo peligroso que esto, pues puede uno encontrar de todo, y no todo muy científico ni muy verificable. Googleo ‘dishidrosis’, y en la primera entrada, me encuentro con esto:
“ CAUSAS
Desconocidas, aunque parecen estar relacionadas con períodos de ansiedad, estrés y frustración en las personas que no exteriorizan sus emociones.
Las personas con dishidrosis tienen dificultades para relajarse, aún fuera de los períodos problemáticos.
Este problema no está provocado por la retención del sudor, como se creyó en su momento, creencia que le dió el nombre.
SÍNTOMAS
Pequeñas ampollas con las siguientes características:
Las ampollas son muy pequeñas (1mm o menos de diámetro).
Aparecen en las puntas de los dedos de las manos o pies, las palmas de las manos o las plantas de los pies.
Las ampollas son opacas y se nivelas con la piel o son ligeramente prominentes.
No se rompen fácilmente.
En ciertos casos se juntan para formar una ampolla grande.
Las ampollas pueden picar, doler o no producir ningún síntoma.
Empeoran al contacto con el jabón, el agua o substancias irritantes.
FACTORES DE RIESGO
Sexo femenino.
Estrés e interiorización de frustraciones o enfados.
Personalidades obsesivo-compulsivas.(…) ”
En Salud y Medicina encontré esto: “ La dishidrosis es una afección cutánea poco común, derivada del estrés, que afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 50 años. Pese a que la Medicina no tiene una explicación concreta del mecanismo que la desencadena, una y otra vez se ha encontrado su estrecha relación con períodos de ansiedad o frustración al no poder exteriorizar las emociones. (…) Hasta hace unas décadas los dermatólogos (especialistas médicos en la salud de la piel) pensaron erróneamente que el problema era provocado por la retención de sudor, tanto así que su nombre, derivado de la palabra “hidrosis”, refiere a la secreción de agua por la piel. Ahora se sabe que su origen es emocional, y que debe recibir tratamiento encaminado a atender las molestias que genera y a que el paciente controle mejor sus estados de ansiedad.”
También se especula con que tenga una causa orgánica, como he leído en otros sitios, y así efectivamente puede que aparezca como una especie de reacción ‘alérgica’ a algunas sustancias y no tenga nada que ver con el estrés ni nada parecido.
En mi caso, me dí de bruces: casaba todo. No puedo explicar mucho más, porque este blog no es lo suficientemente anónimo, pero estoy HASTA LOS HUEVOS. Y principalmente, hasta los huevos de CALLARME. De TRAGAR. De tragarme mi propio veneno (ya sabéis, de cuando una víbora se muerde la lengua, es lo que le pasa, que se envenena). Y ayer me hizo gracia darme cuenta de que este es un mal que debe ser muy, muy frecuente entre las típicas “chicas buenas”. A unos les da por las úlceras de estómago; a mi, hasta que tenga noticias de si tengo alguna también o no, me ha dado por la dishidrosis. Jatetú.
De repente, fantaseaba con no ser una “chica buena”. Porque, probablemente, en el fondo, tampoco lo sea. Buena, quiero decir. A lo mejor las niñas buenas sólo son una pandilla de frustradas que aprendieron que, callando lo que les molestaba POR NO MOLESTAR A OTROS, agradaban a todo el mundo (cómo no!). Las arpías deben tener mucha mejor salud, y a lo que se ve, no duermen mucho peor, tampoco. Así que me he encontrado deseando secretamente convertirme en la segura arpía que llevo dentro. Por motivos de salud, estrictamente.
Y reflexionar sobre la dishidrosis tan cercano a la hiperemesis me hizo pensar… cómo a la primera se le niega ‘oficialmente’ (“no sabemos”) un componente emocional, y a la segunda, se le niega uno orgánico (“el problema es tu actitud”). Qué curiosa, la medicina…
Si ya tenía razón el sumo saber popular de las puertas de los aseos de los tugurios: LAS CHICAS BUENAS VAN AL CIELO, Y LAS MALAS VAN A TODAS PARTES. Ser una chica buena es supina mierda. Porque, de cualquier forma, por mucho que una intente ser lo mejor que sabe ser, siempre va a haber quien te tire por tierra. Pues entonces igual va a ser mejor que hablen con causa!
No me enrollo más, esto es un puto testamento ya. Pero, si creéis que estáis en riesgo, no os ‘dishidroseis’!!!! Seguro que no merece la pena.