viernes, 31 de julio de 2009

¿Qué hay de las 'clases de postparto'?

Mira que yo me lo temía... cuando con la ilusión propia de una primeriza empecé las famosas 'clases de preparación al parto', ya me di cuenta de que, aunque interesante, la información exhaustiva que nos daban sobre el parto iba a ser poco útil. Por varias razones. La primera, para mí, es que toda la especie humana ha parido desde el principio de los tiempos sin necesitar clases de respiración ni nada, con lo cual, de forma instintiva, algo debemos de saber (aunque hayamos olvidado casi todo para dejarlo en manos de quienes nos 'atienden'). Segundo, porque mejor o peor, el parto más complicado suele durar dos días, y en general, se sale mejor que peor parada (a pesar de todo! ya me extenderé en esto...). En las clases de preparación al parto la mayor parte de las veces sólo te 'preparan' para lo que te 'van a hacer' en el hospital y con lo que, muchas veces, tú no estás de acuerdo. Pero-lo-que-tu-piensas-modernita-que-eres-una-modernita-nos-importa-un-carajo-y-vamos-a-seguir-haciendo-lo-mismo-de siempre. Así que aprende a respirar y reza porque llegues a tiempo de ponerte una epidural.

Peeeeeeeerro (como diría aquel de Mira quién Tropieza), ay amigos... y lo que viene después??? que no dura ni 4 horas ni dos días... que puede durar desde meses hasta años... para eso, quién te prepara? Sí, a mi también me dieron reglas básicas (sentido común, diría yo) de puericultura, de lactancia patricia metolamaterna y nos advirtieron, así por encima de los peligros de la tristeza y la depresión postparto. Pero ahí acabó todo. Cuando sales del hospital, ven a los 40 días, el niño parece que mama/ no mama, los bajos los tienes bien, hala ya estás lista, vuelve a tu vida normal. A tu vida?? Normal?? Qué es eso?? Porque excepto esas madres con esa 'suerte' de tener 'niños Buda', o sea, los de comer y dormir (Scully, nota para otro post: sinceramente, creo que son una minoría, por mucho que nos mintamos unos a otros por la calle...), las madres de la mayoría de los niños tienen suerte si pueden cagar (perdonen la expresión) o comer tranquilamente. No voy a decir ya ver la tele o leer un libro.

Ser madre es una experiencia maravillosa en todos los sentidos, pero no nos engañemos, también es una de las más duras por las que se pasa en la vida (frase ineludible, lo siento: ahora entiendo a mi madre!). Más aún y ahora en la sociedad en la que vivimos, cada vez más solas cada una en su casa, lejos de una verdadera comunidad de mujeres experimentadas que nos ayuden. Desesperadas con un niño que llora y un marido que parece que no va a volver nunca a casa para que te lo quite un rato de encima (esos pobres también!). No pudiendo decirle a nadie lo mal que te sientes por miedo a ser juzgada como mala madre. 'Uy, si ahora tenías que ser la mujer más feliz del mundo!'

¿Quién te prepara para eso? ¿Quién te apoya? Generalmente nadie. Yo he tenido suerte de encontrarme 'virtualmente' con otras mamis en mis mismas circunstancias y eso me ha ayudado muchísimo a ver las cosas de otra manera. A entender que mi niño es perfectamente normal (aunque llore, y sobre todo, porque llora!), a entender que lo que siento a veces también lo es, y a no sentirme juzgada por ello.

Si hubiera sido más lista, no me habría dormido en la parra cuando estaba embarazada y me habría informado más sobre esta etapa. Ahora lo estoy haciendo, pero si lo hubiera hecho antes, me habría ahorrado muuuuuuchas cosas... por eso desde aquí reclamo a las autoridades competentes (autoridades?competentes?) si me leen, que POR FAVOR, instauren grupos de ayuda en el puerperio, con matronas, madres voluntarias, expertos en lactancia y psicoterapeutas. Para ayer ya es tarde.

1 comentario:

  1. Hola Caro,
    dos años después de que lo hayas escrito y tristemente te digo... ¡Amén hermana! ;-)
    Abrazos puerpéricos!

    ResponderEliminar