martes, 26 de enero de 2010

Cogiendo el toro por los cuernos

"Sólo una loca pondría en peligro su vida y la de su bebé teniendo a su hijo en casa!".  Esta opinión está muy extendida en nuestra sociedad. Pero la realidad es que hay un movimiento de personas, pequeño pero creciente, que quiere vivir la experiencia de ser padres y de que sus hijos nazcan de una forma diferente a la que conocemos en nuestros días y en nuestra sociedad. Fundamentalmente, con respeto y sin violencia hacia ninguno de los protagonistas.

También va extendiéndose (pero muuuuuuuy lentamente) esta idea de respeto y no violencia en el parto hospitalario. Otros países de nuestro entorno, como Holanda o Inglaterra, dan fe de ello. Amén de pioneros equipos (públicos y privados) en algunas de nuestras comunidades autónomas. Pero aún son muy escasos, y desde luego no todos podemos acceder a ellos porque sí.

Yo no soy nada partidaria de estas cosas de filmar partos, y cesáreas mucho menos, pero bueno, la contra es que si nadie lo hiciera, no tendríamos testimonios como éste. Ayer tuve la ocasión de ver este vídeo gracias a Almadedoula (gracias otra vez, Erika). En él vemos a una mujer que, harta de darse contra el mismo muro siempre, decide salirse del caminito. Me he tomado la libertad de traducir la carta (si alguien ve algún error grave, por favor, que me lo diga), que para mi, lo dice todo. El audio también está en inglés, pero creo que es bastante intuitivo. Son 14 minutos, pero de veras que vale la pena.

"16 de enero de 2007

Estimado doctor ***,

Puesta a elegir entre la cirugía y el parto en casa, elegí el parto en casa porque era la mejor de las dos opciones. Hoy, después de su muy demorada oferta de PVDC (parto vaginal después de cesárea) en su hospital, elijo el parto en casa porque es la mejor de todas las opciones.

Sé que el mejor lugar para el nacimiento de mi bebé es en casa, a pesar de las cicatrices de mi útero. He tenido en cuenta mis riesgos y sé que estoy sana, mi bebé está sana, y nuestras posibilidades de una ruptura son muy bajas. No me considero un caso "de alto riesgo", como usted aparentemente cree, y mi matrona está de acuerdo conmigo. Ella ha asistido más de 1000 nacimientos, 300 de los cuales eran PVDCs (algunos después de cuatro cesáreas!). Ella nunca ha visto una ruptura. Estoy segura de que ella y yo sabremos si mi bebé y mi cuerpo progresan bien durante un parto natural. Su equipamiento, sus conocimientos y su relación personal conmigo y mi bebé hacen que esté bien preparada para saber si  alguno de nosotros está sufriendo suficientemente a tiempo como para trasladarme al hospital en el momento adecuado. Sé que estoy en buenas manos.

Necesito estar rodeada de personas que sean pacientes con mi cuerpo, mi bebé y nuestro progreso dentro de un parto natural. Y lo que es más importante, necesito estar rodeada de personas que crean en mi. Conozco el tipo de restricciones que habría conmigo en un hospital. Usted y otro doctor más en mi consulta inicial me las presentaron claramente. La ACOG (Congreso Americano de Ginecólogos y Obstetras) le requiere a usted pedir varias cosas con las que no puedo estar de acuerdo. Sé que tengo el derecho a negarme a esas "peticiones", pero no creo que el conflicto continuo con la plantilla del hospital me proporcionara la mejor oportunidad para tener un PVDC. Incluso si hubiera otro doctor en la zona que quisiera permitirme un "intento de parto", no creo que haya un hospital que nos diera ni a mi ni a mi bebé lo que necesitamos para traerla a este mundo de forma natural.

He intentado hacer esto dos veces, y dos veces mis hijas han sido extraídas quirúrgicamente de mi cuerpo de forma innecesaria. Con mi primer parto, la "falta de progreso" sin presencia de sufrimiento fetal o materno no era una razón para un nacimiento quirúrgico. Con mi segundo embarazo, mi médico no quería permitirme intentar un PVDC simplemente porque mi bebé parecía grande. Tengo la gran sospecha de que este nacimiento habría acabado de la misma manera si me hubiera puesto en manos del hospital y un obstetra "hubiera puesto en riesgo su carrera por mi" (como la enfermera de matronas de su consulta me dijo tan honestamente).

Gracias por sus esfuerzos con mi caso. Sé que de todos los médicos en su consulta, usted era el más comprensivo y que trabajó mucho para ayudarme al final. Espero que encuentre más mujeres como yo en el futuro: mujeres que estén bien informadas de sus opciones, los riesgos que estas conllevan, y que tomen responsabilidad de su salud, de sus partos y estén dispuestas a luchar por lo que creen que está bien para sus bebés.

Cuando encuentre a estas mujeres, espero que usted y sus colegas tomen sus convicciones en serio desde el principio. Espero que usted amarre cualquier sentimiento personal o restricción de la ACOG en cuanto a cómo las mujeres "deberían" dar a luz a sus bebés, y que no las obligue a luchar (durante su embarazo o su parto) por traer a sus hijos a este mundo de la manera que ellas saben que es la mejor.

Atentamente, Alexandra Orchard."

Para mi, todo se resume en que cuando no encontramos opciones hospitalarias que respeten nuestras convicciones de hacer las cosas "un poquito diferentes" (y como la OMS lleva recomendando desde hace 10 años -ver entrada anterior-), muchas mujeres se ven "obligadas" a parir en sus casas. No están locas, no son suicidas, y sí quieren lo mejor para sus hijos... saben que correrán algún riesgo pero LO ACEPTAN (ellas y sus parejas, no le cargan el muerto a nadie), igual que lo aceptarían en un hospital. Pero saben que en los centros sanitarios no se van a respetar sus deseos, y es de sobra conocido lo que ocurre con "las listillas" que se les ocurre presentar un plan de parto en la maternidad de un hospital cualquiera...

Aunque también entiendo que la postura de muchos sanitarios aún sea reticente. Como dije al principio, este movimiento es aún muy minoritario, y el público en general, muchas mujeres, lo único que esperan de sus partos que sean rápidos, limpios, indoloros y que no haya ningún problema, o de lo contrario, se cargan al médico. No hay conciencia de que cada uno ha de tomar su parte de responsabilidad. Y así, claro, pocos profesionales están dispuestos a "mojarse".

Tienen que cambiar aún tantas cosas...

8 comentarios:

  1. Preciosa y emotiva carta.
    Muchas hemos sufrido el trato de locas por decidir parir en casa, incluso amenazas por estar incapacitada para decidir y cuidar de mis hijos si continuaba empeñada en solicitar un parto natural... ufff. el recuerdo de aquello me pone los pelos de punta.
    Mis partos en casa es lo mejor que me ha pasado en la vida y no tengo la menor duda de que tambien fue lo mejor para mis niños.
    Gracias Caro por este post

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  2. Me alegro que te haya gustado el testimonio, Dara, aunque siento que te haya traido algún recuerdo amarguillo de tu experiencia...
    Pero seguro que todo lo compensa el recuerdo del nacimiento de tus hijos en casa, y efectivamente, la convicción de que NO estamos locas :)
    Un beso(y cuidadín con la nieve! ;)

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  3. Hola Caro:
    siempre es emocionante ver partos (por la vía que sea), siempre se me escapa una lágrima porque me sigue pareciendo el mayor misterio y milagro la concepción y el nacimiento de un bebé. El video me ha recordado mis experiencias: dos cesáreas, la primera por no progreso del parto y riesgo de sufrimiento fetal, y la segunda porque tampoco progresaba. Al final me la hicieron y además me dijeron que con las contracciones se me había abierto la cicattriz de la cesárea anterior (se te ha roto el utero, me dijeron literalmente).A veces pasa.Sé que nunca pasaré por la experiencia de un parto vaginal y eso me produce mucha tristeza. Me gustaría que cada mujer pudiera elegir su parto (dentro de las condiciones de seguridad),que bajara el % de inne-cesáreas, y que cuando no haya más remedio que practicar una, madre e hijo pudieran estar juntos desde el principio. En el caso de Héctor, estuve 3 horas sin saber de él, y en el de Henar, me la enseñaron, vi sus ojitos hinchados, sus manitas (la matrona sabía que necesitaba verlas porque nacía con polidactilia) y no volví a verla hasta 3 horas después. Alguna vez he llorado imaginándome a mis pequeños completamente solos durante 3 horas preguntándose porque no estabasn con su mamá,con la que habían estado SIEMPRE. No quiero ni pensar lo que opinan los psicólogos de algunas escuelas sobre esta primera separación, espero que sea reversible y se pueda compensar. ´
    Gracias por las cosas que escribes.
    Ana Isabel.

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  4. Ana, mi niña...

    pues yo siento haberte traído esos recuerdos. Ignoramos tantas cosas de las personas que nos rodean...

    Pero POR SUPUESTO que es reversible y se puede compensar, preciosa. Precisamente creo que vosotros sois un gran ejemplo de ello, y con el tiempo lo has de ver :) lo hemos de ver! porque somos muchos los que no hemos tenido unos 'buenos' comienzos, por distintas razones, Ana.

    El cordón de Mateo se rompió literalmente al segundo de salir de mi, no dió tiempo ni a que me lo pusieran encima, asi que fíjate... me lo trajeron enseguida, pero el shock, para los dos... no nos lo quitó nadie.

    Un beso muy grande, y gracias a ti por venir a la salita a compartir :)

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  5. Ya se que no es difícil, pero me saltaron las lágrimas. Y eso que no sé que narices he hecho y ahora no soy capaz de volver a ponerle el sonido al ordenador...
    Ya lo he dicho en otro sitio y ahora me reitero: el parto en casa debe ser la más bonita e intensa experiencia pero no tuve ni creo que tendría aún el valor... de hecho yo no dejé de pedir la epidural hasta que conseguí que me la pusieran (las dos veces)... y total para lo que me sirvió, estoy convencida de que me hubiera ido mucho mejor sin ella.
    Siempre gracias Caro, por ser la voz de tantas.

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  6. buff! que hinchon de llorar! es precioso el final del video. Despues de mi experiencia hospitalaria yo también me planteo que el próximo sea en casa :)

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  7. Ay, Ale... si hubiera un recuento fidedigno de fracasos de la epidural, igual no la pedíamos con tanta alegría. A mi también me funcionó como el culo. Al minuto sentí alivio, pero al poco después no se qué pasó, y sentí cada contracción TOTAL sólo en el lado izquierdo, hasta la última. Se me durmió por completo una pierna (no era capaz de subir sola a la camilla del paritorio) y nunca sentí ganas de empujar. NUNCA. Empujaba cuando sentía la contracción (y el dolor me dejaba, que no era siempre).

    A toro pasado es fácil de decir: a mi también me habría ido mejor sin ella. Seguro. Y sin el chute de oxitocina que me pusieron sin preguntar,ya al final, después de haber pasado todo el parto sin ella... cada vez que lo pienso, me llevan los demonios >:(

    Socmare, yo también me lo planteo... veremos a ver si es viable.

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  8. Eso me pasó a mí, se me durmió medio-medio cuerpo, las contracciones horribles con la puta oxitocina (que siempre ponen sin preguntar), la niña sin encajarse (todita la noche me mandaron empujar en cada contracción) y encima, como tenía "puesta" la epidural, no me dejaban levantar (que yo sí podía....pero por si acaso.... en fin... que malos recuerdos, la verdad. Una pena.

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