viernes, 4 de diciembre de 2009

De crucifijos y belenes o por qué es mejor siempre sumar que restar

Tengo desde hace mucho la sensación de que vivimos en un país que gusta de la gresca y la polémica. Esto parte de los politicuchos que tenemos y se contagia a la mayoría de la población. Ellos azuzan, y nosotros nos ladramos unos a otros a favor de sus (espúreos) intereses. Un circo, vamos.

No sé si lo hacen a propósito, o por coincidir con las fiestas navideñas, que surgen estas polémicas idiotas acerca de la religión, las tradiciones, la (in)tolerancia. O porque realmente, desde los que nos gobiernan (incluidos por supuesto los que opositan, en gobierno central y autonómicos) no tienen nada más productivo sobre lo que discutir. Como no hay cosas que arreglar...

Hace poco leí en el mensaje de una amiga "la espiritualidad une, las religiones dividen". Y no puedo estar más de acuerdo.

Conviene aclarar que yo soy creyente (sí, sí, ya sé que lo he dicho en más ocasiones. Es por quien no me haya leído antes). Bautizada cristiana, apenas practicante. Porque encuentro mucha paradoja e hipocresía en la jerarquía católica. También en partes de su doctrina. Creo en Dios, pero no me gusta ponerle nombre, porque me gusta creer que creo en el mismo Dios que muchas otras personas de otras confesiones. Así que he cogido lo que más me gusta de la confesión en la que he crecido y lo demás lo he aparcado. Hay quien me tachará de aprovechada: me importa lo que se puede imaginar. O sea, una mierda.

Y entre esas cosas que he escogido que me gustan, entran muchos factores culturales. Conocer el hecho religioso en el que me han educado me ha ayudado a comprender muchas cosas sobre el mundo que me rodea. Cuidado, no la doctrina. Sino el hecho religioso. Qué es cristianismo, cuál es su origen, cuál ha sido su evolución. Su influencia en las personas, en la manera de relacionarse, en el ideal de familia (para bueno y para malo). Sus muchos valores positivos... que para mí se resumen todos en 'amar al prójimo como a uno mismo'. Lo feo del cristianismo (y del catolicismo, que es lo que yo conozco) viene fundamentalmente de sus instituciones y su burocracia. Casi siempre junto a las riquezas y a los poderosos, con escasas pero brillantes excepciones.

Como el tema de las religiones me ha interesado siempre, sé que la mayoría (por no decir todas) las fiestas cristianas no son originales. Tienen su origen en religiones previas al cristianismo a las que hubo que poner 'un traje nuevo'. Más decente. Menos pagano. Por eso sé que detrás de la sombría fiesta de Todos los Santos, festival de mercantilismo floral en los cementerios españoles, tiene detrás el Samaín. Detrás del nacimiento de Jesús, está el solsticio de invierno. Detrás del de San Juan Bautista, el de verano, y así muchas más...

Pero al tema de la navidad. A mí la navidad me gusta. Como  época, las recuerdo mejores, peores, y aún peores. Pero me gusta. Y fuera de ningún aspecto religioso, para mí la navidad es el nacimiento de un niño muy especial, con una gran misión (no beas-belen2son todos así?) y el nacimiento de una familia. Me conmueve imaginar a una pareja buscando un refugio donde parir, y a esa mujer recogiendo su milagro sola, en un establo. Que la gente vaya a conocerlo y hacerle regalos. Esa es la estampa feliz que debería ocurrir en cualquier familia...

La navidad se vive en familia, y por eso hay mucha gente a la que le resulta triste, o está deseando que acabe. Ya no tienen a nadie, o viven enfadados perpetuamente y esta época les hiere. También es triste para la gente con menos recursos porque la hemos mercantilizado tan obscenamente que si no tenemos dinero para empacharnos de comida o hacer regalos estupendos, la navidad no vale nada. No me canso de repetirlo: aunque nuestro nivel de vida sea cada vez mejor, cada día somos más pobres y más tristes. En el lema de OTRO MUNDO ES POSIBLE, por supuesto, OTRA NAVIDAD ES POSIBLE.

En estas polémicas idiotas, como decía al principio, de si crucifijos sí, crucifijos no, que quiten los belenes de las escuelas, llamar a las vacafamilia musulmana de melilla aid2ciones de navidad 'vacaciones de invierno' y a las de Semana Santa 'de primavera' EN NOMBRE DE LA TOLERANCIA Y EL LAICISMO me parecen RIDÍCULAS. Por supuesto tan  ridículas como los que se rasgan las vestiduras porque una niña vaya con chador al colegio. Ahí voy yo con lo de que si no sería mejor sumar que restar. hanukkah1206_400-742978En vez de suprimir las celebraciones de la navidad cristiana, y ante la situación cada vez más evidente de otras confesiones religiosas entre nosotros...¿por qué no las juntamos? Que los niños musulmanes explicaran la fiesta del cordero, por ejemplo, o el  ramadán. Los niños africanos, el kwanzaa, los pocos judíos que hay, el hkwanzaaanukka. Compartir la riqueza cultural de cada religión, coño. ¿Tan difícil es esto? La respuesta sólo sería afirmativa para los fanáticos. De cualquiera de ellas. Y para los ateos fanáticos también.

 

Y como también leí en otro mensaje de mi misma amiga, una cita que no es suya, 'no se puede obligar a nadie a creer, pero tampoco se le puede obligar a no creer'. Yo lo veo clarísimo.

Se nos llena la boca diciendo que somos TOLERANTES... ya.

Imágenes:

http://www.courier-journal.com/blogs/vel16/2007_12_01_archive.html

http://www.officialkwanzaawebsite.org/index.shtml

http://www.webislam.com/?idn=4326

http://www.huelvaholidays.es/beas-un-belen-viviente.xhtml

2 comentarios:

  1. Hola Caro, no te creas que no te leí, me has hecho hasta ponerme a estudiar :) para conocer algo más de esos rituales de los que hablas. Porque yo ,a veces sintiéndolo mucho, por ahora soy agnóstica perdida, pero no deja de interesarme el saber sobre las religiones. Creo que es porque soy demasiado "científica" o "realista", no lo puedo evitar. Pero creo ser tolerante y por supuesto siempre he entrado a las iglesias cuando se me ha invitado : a bodas, bautizos, comuniones , funerales... porque quien me invita si se supone que cree y que mi compañía en ese momento le resutta grata o necesaria. Mi hija acude a clases de religión (católica claro, en el cole no hay otra) porque creo que debe "conocer" para luego poder decidir.
    en fin... que es un tema muy peliagudo y con mucha chicha.
    En todo caso no descarto, algun día , creer, sólo necesito una explicación válida para mis duras "entendederas". Y siempre lo he dicho, por ejemplo: si me hubiera casado con una persona que espiritualmente hubiera necesitado un rito religioso hubiera ido con él a la iglesia o donde hubiera hecho falta (e incluso me hubiera hecho los cursitos).A mi ciertos rituales no me parecen dañinos y muchos de ellos incluso me llegan a parecer bonitos ( que guapas están las novias de blanco ¿verdad?) sobre todo cuando sé que quienes los practican son creyentes y lo viven, de verdad, con toda su intensidad.
    Lo dicho, que para mí tiene mucha chicha y me voy a enrollar demasiado.A ver si pronto nos vemos y charlamos. Un besote. Pa´l "terremoto" también.Alejandra.

    ResponderEliminar
  2. Ay, Ale, gracias por tu reflexión y por compartir tu sentir en este tema :) fíjate, cuando yo dudaba si bautizar o no a Mateo, Juan, el diácono que nos casó, me vino a decir algo parecido a lo que dices tú: hay que conocer para poder decidir.

    Eres tolerante y estás abierta a creer... yo lo veo una postura muy positiva :)

    Para mí tiene mucha chicha también, a ver si un día tenemos tiempo para "filosofar" fuera de esta salita. Por lo pronto, me has recordado mi boda, y me da el hilo para un post.

    Muchos besos también para tí y las niñas, y a ver si nos podemos ver este martes ;)

    ResponderEliminar